Salud Con Vida

Las pasas y los frutos secos son un excelente pasabocas que no se echan a perder y puedes llevar siempre contigo

Cuando estamos realizando una dieta para adelgazar es común encontrarnos con el interrogante de qué podemos y qué no podemos comer entre comidas. Cuando nos entra un antojo o cuando sentimos hambre y aún no llega el momento de comer, solemos recurrir a lo primero que tengamos a la mano y que nos parezca apetitoso para calmar el antojo; el problema con esto es que las opciones más comunes suelen venir cargadas con calorías no deseadas que no harán otra cosa que retrasar de manera considerable el anhelado objetivo de reducir algunas tallas.

Habiendo dicho lo anterior, quiero que sepas que no todo está perdido. Existen pasabocas que a parte de ser saludables y deliciosos, no te harán ganar una sola libra si los consumes con regularidad; es más, es hasta posible que te ayuden al momento de perder peso.

A continuación, 5 pasabocas saludables que te ayudarán a perder peso.

1. Frutos Secos

En vez de comer una bolsa de papas fritas, ¿por qué no consideras consumir una de frutos secos? Puedes tener siempre contigo, ya sea en tu maletín o en tu auto, una bolsa de frutos secos ya que esta tiene la ventaja de que no se echan a perder fácilmente. Otros pasabocas que te ayudarán a perder peso son las palomitas de maíz (sin aditivos de ningún tipo) y las verduras picadas, como zanahoria o apio.

2. Barras de Granola Bajas en Calorías y Bajas en Grasa

No voy a negar que una barra de chocolate suena como algo tentador para saciar el hambre de manera temporal; el problema es que al hacerlo le estás proporcionando al cuerpo una cantidad enorme de calorías que sin duda alguna estropearán el objetivo de perder peso. Si estas bajo una dieta que restringe el número de calorías que puedes consumir por día, comer una barra de chocolate cubrirá casi en su totalidad la cantidad de calorías que tienes permitido comer. Una barra de granola baja en grasa es un excelente pasabocas que te ayudará a saciar el hambre sin añadirle casi calorías extras a tu dieta y que de paso le brindará un pequeño pero beneficioso aporte nutricional al cuerpo.

Si las ganas de consumir chocolate son mayores que tu fuerza de voluntad, puedes comer un cuadro de chocolate negro (Conoce los beneficios del chocolate negro haciendo clic aquí).

3. Galletas de Arroz

A todo el mundo le gusta consumir de vez en cuando galletas de chocolate (incluso yo, debo reconocerlo). Sin embargo, su excelente sabor viene acompañado de una enorme cantidad de calorías que pueden dañar cualquier intento de dieta. En lugar de comer estas galletas, otro pasaboca que te ayudará a perder peso son las galletas de arroz o las galletas bajas en grasa y libres de azúcar. Las nueces y las pasas también constituyen un delicioso y saludable pasabocas rico en proteínas que te ayudarán a mantener la línea.

4. Rollos de Higo y/o Nuez

Seguro que en más de una ocasión has caído en la tentación de comerte una deliciosa dona (o rosquilla rellena) aún cuando se suponía que estabas haciendo dieta.  Aunque este tipo de pasteles saben bien, su alto contenido en azúcar no le hacen ningún bien a tu salud, ¡¡Y MUCHO MENOS A TU DIETA!! Una alternativa saludable son los rollos de higos libres de azúcar. Estos pueden calmar tus ansias por comer algo dulce y a la vez evitarán que tu dieta se eche a perder ya que no tienen grasa.

5. Fruta Fresca

No es un secreto que las frutas frescas y las verduras constituyen el pasaboca ideal al momento de querer perder peso. Uvas, cerezas, bayas, manzanas, mangos y plátanos son deliciosas alternativas a los postres y tortas cargados de azúcar. Una forma deliciosa de disfrutar las frutas frescas es cortarlas en trozos pequeños y mezclarlas con yogur bajo en grasa. Tomese el tiempo suficiente para limpiar, cortar y almacenar las frutas y las verduras de tal forma que siempre las tenga disponibles cada vez que sienta un antojo entre comidas. De esta forma evitarás la tentación de coger una bolsa de patatas fritas y dañar la dieta por un pequeño momento de debilidad.


“Un buen beso funciona como una droga pueden provocar efectivamente una auténtica descarga de neurotransmisores y hormonas”, certifica la bióloga. “El resultado es un ‘subidón’ natural en las dos personas, estimulando los centros de placer del cerebro”.


La piel se eriza, la respiración se contiene, torrentes de dopamina “la hormona del placer” – inundan el sistema circulatorio, las pupilas se dilatan, comienza a escasear el cortisol – que regula los grados de estrés   y el pensamiento racional se reduce…

En verdad, nadie está muy atento a todo esto, pero durante un beso ocurre un verdadero cataclismo químico en el cuerpo humano. En el cerebro se activan las mismas y específicas áreas que intervienen ante el consumo de drogas altamente adictivas, como la cocaína. El fenómeno se determinó en el año 2005 gracias a un trabajo de científicos de la Universidad de Rutgers (en Estados Unidos) para el estado de enamoramiento.

En los primeros lances de una relación, la dopamina nos hace recordar las experiencias placenteras y hace sentirnos frecuentemente en las nubes. Como ocurre con muchas drogas, hay gente que se puede hacer dependiente de ese “subidón” natural.

Curiosamente, en un estudio rubricado por el psicólogo John Bohannon, el 90% de los encuestados afirmó recordar los detalles de su primer beso romántico. El primer beso, sostiene Bohannon, deja una huella más indeleble que la primera vez que se hace el amor”.

Así que de eso se trata!. En conclusion los besos causan el mismo efecto que una droga y son adictivos, yo ya lo sabia pero quería mostrarles el lado científico.


No haga lo que muchos hacen diariamente, abrir su boca para engullir diversos alimentos pesados antes de cerrar sus ojos, esto hará que usted duerma mal y gane peso, pero también puede dañar seriamente su tejido de la garganta y el esófago.

Seguramente si usted es de las personas que come algunos alimentos pesados, debe estar familiarizado con el reflujo acido que produce cuando los jugos digestivos suben hacia su peccho, causando una sensación de ardor, pero también existe el reflujo silencioso, que a diferencia de la acidez estomacal frecuente, estos harán que te dificulten para poder comer, así que de ahora en adelante tenga mucho cuidado en consumir lo siguiente, son algunos productos que harán daño a su pobre estómago si es que los consume antes de acostarse.

1.- Alcohol:

El alcohol relaja las válvulas que conectan el estómago y el esófago, cuando esto sucede su cuerpo es incapaz de mantener la comida que le corresponde, si usted bebe alcohol antes de acostarse, es seguro que tendrá reflujos.

2.- Gaseosas o Soda:

De hecho es el producto que contiene mayor concentración de bicarbonato, en realidad la soda hace que tus ácidos actúen con mayor rapidez, además de ello aumenta la presión del estómago

3.- Alimentos Grasosos:

Aquí están incluidos los helados, galletas, hamburguesas, quesos, carnes, etc, estos alimentos hacen que te sientas incómodo antes de dormir

4.-Chocolate:

Es rica en grasas, además de que contiene cafeína y un estimulante llamado teobromina que permite que te encuentres despierto y sin ganas de dormir.

5.- Queso:

El queso es un alimento realmente grasoso, que debe evitar antes de dormir, debido a que tendrá pesades estomacal si lo consume antes de dormir


Se habla mucho de él y, según los sondeos el 15% de los adultos se quejan durante toda su vida de dormir mal y el 30% de no poder dormir en absoluto. Se trata, pues de una problema universal. Afecta a todas las edades y a todos los niveles socioeconómicos.

Pero habría que ponerse de acuerdo sobre lo que llamamos insomnio. Dormir poco no es tener insomnio, pues no hay una duración estándar del dormir, pues la necesidad de dormir disminuye con la edad y que el sueño corto no es necesariamente insuficiente.

De hecho, el insomnio es un síntoma subjetivo, con frecuencia mal apreciado por el paciente que sobreestima la duración o juzga erróneamente la profundidad de su sueño. Son legión los que sufren insomnio falsamente: son los ansiosos que dicen no haber pegado ojo en toda la noche, un simple cambio de condiciones habituales de la velada, una cena demasiado abundante, la perspectiva de un examen, el vencimiento de una tarea importante, la absorción de un medicamento y tantas otras causas fisiológicas, psicológicas o medicamentos que pueden ser suficientes para provocar el insomnio en una persona normal. No persiste después de la desaparición de estos factores desencadenantes, pues no hay por qué preocuparse.

Cuando un enfermo va al médico, es a éste al que corresponde saber si detrás de este síntoma se esconde una enfermedad. De hecho, ciertas enfermedades pueden dar origen a trastornos crónicos de sueño y su signo revelador puede ser un insomnio.

Este es el caso, muy frecuente hoy en día, aquellas personas melancólicas, deprimidos, ansiosos. Cuando el médico sospecha, a través del interrogatorio de su paciente, una depresión, lo primero que debe establecer es si duerme bien o mal y que tipo de insomnio es el suyo: si se despierta muy temprano, cansado, si en su comportamiento matutino presenta variaciones, si se siente mejor por la noche que al levantarse.

Así, pues, el interrogatorio tiene una importancia extrema para conocer el tipo de insomnio, el insomnio de adormecimiento, el de los ansiosos, que no consiguen aligerar su vigilancia excesiva, de hecho no es el mismo que el del deprimido, que tiene insomnio por la mañana. Así pues, el médico debe establecer si es te insomnio viene acompañado eventualmente de una somnolencia diurna o si obedece a una cierta periodicidad. Debe informarse de los medios que el enfermo emplea habitualmente para remediarla, si utiliza algún químico o en tal caso, té, café, sin que lo sea el médico. En ese caso la persona tratada debe de evitar cualquier estimulante.


Entre los muchos daños que ha perpetrado el tabaco a lo largo de la historia se incluye un trauma, el que ha incrustado en las pulsiones colectivas. El arquetipo del un producto cotidiano y de uso universal que, prácticamente de la noche a la mañana, se revela como veneno y causante de muertes (o, en el mejor de los casos, pérdida de calidad de vida). Pero esa historia tiene ya su final. Fumar pasó de ser un hábito generalizado a algo condenado. Y ahora, ya sea en aras de mejorar aún más la salud del ser humano o por culpa de psicosis, el mundo parece obsesionado por buscarle un sustituto. Si uno googlea the new tobacco, la lista de alimentos y hábitos que aparece es tan extensa y variada que pasa desde el azúcar –que ostenta, si utilizáramos una jerarquía, el podio de ser el nuevo tabaco del siglo XXI– la carne o la leche hasta los móviles, los rayos UVA, el estrés o, por poner, hasta el porno. Pero ¿hay algo de real en estas acusaciones o realmente se nos está yendo de las manos? “Se habla mucho del nuevo tabaco pero una cosa es una adicción a una sustancia y otra que elevemos a rango de adicción a cualquier cosa. Además, hay que diferenciar entre una adicción orgánica, como la que puede generar el azúcar al modificar muchos de los neurotransmisores cerebrales, y una adicción conductual. Llamarle nuevo tabaco a todo lo que uno le tiene manía es un poco exagerado. Es una etiqueta que no sirve para todo”, confirma Antonio Escribano, miembro de la Comisión de Nutrición y Hábitos Saludables del Comité Olímpico.

AZÚCAR


La acusación: Multitud de estudios científicos señalan que el azúcar es ocho veces más adictiva que la cocaína, han alertado de que la consumimos en exceso y, lo peor, sin ser conscientes de ello porque, normalmente, lo identificamos con el azúcar refinada y los dulces pero la gran mayoría de alimentos ya contiene de forma natural la cantidad necesaria para una persona.

La dosis recomendada de azúcar al día por la OMS es de 25 gramos al día (unas dos cucharadas y media), o lo que es lo mismo un 10% de la ingesta calórica del día aunque, aseguran, lo ideal debería ser el 5%. En cualquier caso, lo rebasamos de largo. En España, según los datos de la última campaña 25 gramos, el consumo medio de azúcar es de 112 gramos al día. ¿Consecuencias? Acumula grasas que afectan al corazón y el sistema nervioso, aumenta la diabetes y la obesidad, entre otros perjuicios.

La realidad: “Hace un siglo, un ser humano no pasaba de un consumo de dos kilos de azúcar al año. Hoy, en países como el nuestro o EE UU se consumen más de 70 kilos. Es una locura”, explica Escribano. “El azúcar genera un comportamiento adictivo en cuanto a conducta. Cuanto más consumes, más quieres. El páncreas es moderadamente pequeño y está hecho para procesar el azúcar que conseguimos en un medio natural, es decir el azúcar que ya llevan incorporados alimentos como la fructosa de la fruta y el almidón de las legumbres o las harinas –que no lo identificamos como azúcar pero es el azúcar de las plantas y la forma de procesarla es la misma–. Por tanto, al cantidad de ya tomamos sin ser dulce o refinada es una barbaridad. Esto genera que el páncreas no pueda metabolizarlo todo y el aumento cada vez de más casos de diabetes tipo 2”.

¿Y es adictiva? “Normalmente nos referimos a una sustancia adictiva cuando causa hábito o crea necesidad. Aunque no todas las personas somos igual de susceptibles ante las mismas sustancias, mucha gente utiliza este tipo de comida, junto con los aperitivos y la comida rápida, como circuito de recompensa; como un modo de paliar el estrés o la ansiedad a través de la ingesta de alimentos con los que obtienen placer”, asegura la dietista-nutricionista Virginia Gómez.

Nivel de tabaquismo: 90%. “Se le puede dar al azúcar la categoría de tabaco en el sentido maligno pero con el matiz de que el tabaco no lo necesitamos para nada y el azúcar sí. Nuestro combustible más inmediato es la glucosa. El problema es que lo necesitamos pero no en estas cantidades. Con el azúcar de cuatro o cinco piezas de fruta y de los tubérculos estaríamos más que cubiertos”, remacha Escribano.


CARNE


La acusación: La carne tiene una reputación cada ver peor y no es cosa de los vegetarianos. De hecho, hasta el reputado chef Alain Ducasse está relegándola a un segundo, o tercer, plano en su carta. Los detractores de la carne aseguran que enfermedades mortales relacionadas con el corazón, el cáncer o los accidentes cerebrovasculares están íntimamente relacionadas con el consumo excesivo de productos animales. Y un estudio de la Universidad del Sur de California-Davis, publicado en marzo, afirma que el consumo en la mediana edad de una dieta rica en proteínas animales –que acotan en un 20% de las calorías consumidas al día– provoca hasta cuatro veces más probabilidades de morir por cáncer que quien toma una dieta baja en proteínas –con menos de un 10%–, además de que existe más de un 20% de opciones de morir mucho antes.

La realidad: El doctor Escribano explica que un ser humano necesita un gramo de proteína por kilo de peso y día, que obtenemos de la carne, el pescado, los huevos y algunas legumbres. “Hay que saber que nuestro organismo necesita comer carne porque contiene ocho aminoácidos esenciales para los humanos que no sintetizamos, sino que los tenemos que ingerir. Con comer carne cuatro o cinco veces a la semana es suficiente, y una de ellas debería ser carne roja. Y además, la carne no contiene ninguna sustancia que pueda generar una adicción como desencadena el azúcar”, señala Escribano.

No es el único coincide en que el consumo de carne no tiene ningún problema asociado. “Por supuesto que se puede prescindir de carne y pescado y pasarse al vegetarianismo. De la misma forma que hay gente que prescinde de cualquier otro grupo de alimentos y no pasa nada. Ser vegetariano es una opción, ni mejor ni peor desde el punto de vista nutricional. Es más bien una opción que se hace por ética”. Pero recuerda, ante esta denominación del nuevo tabaco, que “el ser humano ha consumido carne toda su vida, incluso antes de consumir cereales y legumbres, por lo que estamos perfectamente preparados para su consumo y no hay absolutamente ningún problema mientras sea carne fresca, es decir, ni procesadas, ni fiambres ni modificadas en su composición natural.

Nivel de tabaquismo: 5%. “De los pocos inconvenientes que se le pueden sacar a la carne uno sería el uso de nitritos y nitratos por parte de la industria alimentaria, aunque en la mayoría de casos son necesarios para su conservación. Lo ideal es que la carne proceda de aves y ganado no alimentados con piensos, que dispongan de movilidad y lo menos medicalizados posible, pero un consumo normal e incluso diario de carne no presenta problemas para nuestros niveles de colesterol, al cual le afecta mucho peor el consumo excesivo de azúcares”. ¿Y por qué se ha puesto a la carne en la diana? Responde Escribano: “Esta corriente puede venir derivada del abuso del consumo de carne. Antes estaba considerado un producto de lujo, no podemos olvidarlo. Ni tampoco el boom que ha habido últimamente con las dietas hiperproteícas o el uso de las proteínas, incluso sintéticas o esas que llaman de alta calidad, para aumentar la masa muscular. Esto ha llevado a un consumo excesivo de proteínas, por ejemplo hoy se come mucho atún o clara de huevo”.

LECHE


La acusación: Los lácteos son un producto tan interiorizado en nuestra dieta que las posiciones son de lo más encontradas sobre sus beneficios o perjuicios. “La leche es buena para los terneros pero no para nosotros”, alegan los que consideran nocivo el consumo de leche. Varios investigadores señalan que la leche y los productos lácteos aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama, de próstata, testículos u ovarios así como enfermedades intestinales y estomacales. De hecho el Centro de Salud Pública de la Universidad de Harvard destaca que "mientras que tomar calcio cada día puede reducir el riesgo de osteoporosis y cáncer de colon, el alto consumo puede incrementar el riesgo de padecer cáncer de próstata y de ovario. Además, consumir productos lácteos diariamente aumenta los niveles de grasas saturadas en nuestro organismo, así como de vitamina A, cuyos altos niveles, paradójicamente, pueden hacer que nuestros huesos se debiliten". En España el consumo de leche ha descendido un 15% en los últimos años y la ingesta media es de un vaso de leche al día frente a las recomendaciones más estandarizadas que hablan del beneficio de tomar de dos a tres vasos.

La realidad: Dejando de lado los casos de intolerancia a la lactosa o alergias a alguno de los componentes de la leche, lo más común a su proteína (la caseína), “no existe ningún problema con el consumo de leche. Por supuesto, no es ni adictiva, ni perjudicial, ni crea mucosidad como se suele decir, ni nada de nada”, subraya Virginia Gómez. Su recomendación es tomar entre una y dos raciones de lácteos al día aunque “al igual que en el caso de la carne y que cualquier alimento, como poder, también se puede prescindir de ella sin que pase nada. Sin embargo es una fuente interesante de calcio y vitamina D”.

Nivel de tabaquismo: Un absoluto 0%. “La leche no tiene ninguna capacidad adictiva en ningún sentido y no es perjudicial”, dice categórico Escribano. “La leche animal está incluida en nuestra estructura desde hace miles de años. Y lo está no por el calcio como se cree sino por la vitamina D: conforme fuimos emigrando hacia al sur, al blanquearse nuestra piel al perder el contacto con el sol, necesitamos más vitamina D”. Además, agrega para aquellos que dicen que “somos el único animal que sigue tomando leche” que “ningún animal toma leche materna después de la lactancia y el hombre tampoco. Tomamos leche como producto animal”.

GLUTEN


La acusación: Diversas fuentes afirman que el gluten se parece al tabaco en que es adictivo, proporciona al cuerpo energía a corto plazo, y causa enfermedades al producir una inflamación crónica en el intestino delgado que reduce la absorción de los nutrientes y puede conducir a osteoporosis, fatiga y hasta cáncer. Por no hablar de la obesidad o problemas respiratorios y de la piel. Estas son las acusaciones de los detractores del gluten pero lo cierto es que está en el punto de mira desde hace tiempo. Los últimos datos de 2013 revelaban que el 30% de adultos de EE UU, casi uno de cada tres, ha dejado o intentan dejar de consumir productos con gluten. Una cifra que creció cinco puntos respecto a los dos años anteriores y que es una tendencia al alza.

La realidad: “El gluten es el nombre que recibe el grupo mayoritario de proteínas de casi todos los cereales: trigo, avena, cebada, centeno, kamut, espelta... A excepción de un reducido grupo, como el arroz, maíz, mijo, quinoa... que no lo contienen”, explica Gómez. Sobre si es beneficio o no para la salud, obviando a celíacos y personas con sensibilidad al gluten que no puede tomarlo, Escribano y Gómez coinciden en que “tras diversos estudios, no se ha concluido que el consumo de gluten sea perjudicial y para la población general no podemos desaconsejarlo así sin más”.

Nivel de tabaquismo: Otro redondísimo 0%. “Hay mucha gente que sin ser celíaca ha decidido eliminar el gluten de su dieta pero no hay un beneficio en ello. No tiene sentido ni está descrito”, apostilla Escribano. ¿Entonces por qué este movimiento antigluten? La respuesta a estas cosas suelen ser las modas, que siempre tienen mucha influencia las caras conocidas como, por ejemplo, la famosa dieta sin gluten que hizo el tenista Djokovic. Dejando de lado las razones obvias de los celíacos, “la extensión de la glutenfobia al resto de la sociedad tiene más que ver con la enfermiza obsesión por “lo sano” propia de estos tiempos, y me temo que está provocada por una industria alimentaria que ha visto un filón en el asunto”.

SEDENTARISMO


La realidad: Los adultos españoles están entre los más sedentarios de Europa. El 42% de los mayores de 18 años no realiza actividad física durante la semana, según los datos del proyecto EuroHeart II de la consultoría European Heart Network. Y nos acompañan en estos puestos de cabeza Portugal, Grecia o Bulgaria mientras que en países como Suecia, Dinamarca o Finlandia son los más activos.

Además de tener en cuenta su papel en los problemas de sobrepeso y obesidad, considerados por la OMS como una epidemia –uno de cada dos adultos españoles tiene sobrepeso y uno de cada seis es obeso, según datos de la OCDE, y en los niños las tasas son más alarmantes: el 26% de los varones y el 24% de las niñas tiene sobrepeso–, el sedentarismo también puede ser la causa de enfermedades cardiovasculares, diabetes, debilidad, reduce la longevidad hasta en cinco años, aumenta el apetito o reduce la calidad del semen, entre otros múltiples efectos.

La realidad: “No es algo adictivo conductual ni químicamente pero es un hábito nada deseable porque el hombre no es un animal sedentario”, afirma Escribano. Además de los datos anteriores, Gómez describe que llevar una vida sedentaria y una mala alimentación “promueve un aumento de la resistencia a la insulina que cuando se prolonga en el tiempo es fácil que acabe en una diabetes, y las comorbilidades que conlleva que no son pocas; además de obesidad, hipertensión y todo el conjunto de enfermedades que caracterizan al síndrome metabólico. Sin olvidarnos que un 80% de los cánceres que se padecen en el primer mundo están directamente relacionados con el hecho de llevar una vida sedentaria y comer mucho y mal”.

Nivel de tabaquismo: 75%. “El sedentarismo no solo es, junto al azúcar, el nuevo tabaco; es que es mucho peor que el tabaco en cuanto a la merma que puede suponer a la calidad de vida no hacer ejercicio y llevar una mala alimentación”, afirma Virginia Gómez. Una práctica que debemos cambiar y que en sitios como Silicon Valley ya se empieza a modificar celebrando las reuniones caminando (walk and talk), de las que son fans Mark Zuckerberg o Jack Dorsey, tal y como explicó el año pasado la escritora de negocios Nilofer Merchant en una de las conferencias TED. “Estar sentado es tan increíblemente frecuente que ni siquiera cuestionamos lo mucho que lo estamos haciendo. Y porque todo el mundo lo está haciendo, ni siquiera se nos ocurre que no está bien. Se ha convertido en el tabaquismo de nuestra generación”.
Hacer unos pequeños cambios en los hábitos de nuestra vida nos facilitarán el proceso de dejar el cigarrillo


Anteriormente escribí un artículo que explicaba cómo podemos dejar el cigarrillo sin fallar en el intento (puedes encontrar dicho artículo aquí). El siguiente artículo puede tomarse como una ampliación o un complemento al anteriormente mencionado artículo.

Una persona que quiera dejar el hábito de fumar debe conocer lo siguiente: los métodos que prometen ayudarle a dejar el cigarrillo de una forma rápida y efectiva, sin ningún tipo de esfuerzo, no sirven para nada. La verdad es que perder el hábito de fumar es una tarea dura, que requiere de una gran dosis de voluntad y perseverancia. En resumidas cuentas, una persona que realmente quiera dejar el hábito de fumar, para empezar, debe elegir una fecha concreta para hacerlo y no volver a encender un cigarrillo a partir de ahí.

Para no recaer en el vicio, debe comenzar una alimentación adecuada, evitar la tentación ocupando el tiempo libre y la mente con hobbies o ejercicio físico, pero sobre todo, ser consecuentes con la decisión que se ha tomado. Recuerde que son la salud y la calidad de vida las que se están poniendo en juego cuando nos rendimos a los pies del tabaco.

Alimentación Adecuada Cuando Se Deja de Fumar

Perder el hábito de fumar es un proceso en el cual entran a jugar varias variables, entre ellas la alimentación. Proporcionarle los nutrientes adecuados al organismo le permitirán dar un paso hacia adelante en el proceso de sacar el cigarrillo de su vida para siempre.


  • Incluya dentro de su alimentación alimentos alcalinos, como frutas, verduras, frijoles blancos, mijo, higos, pasas, apio, almendras y zanahoria.
  • Incremente la cantidad de agua que consume diariamente. Aunque lo recomendable para una persona promedio es ingerir dos litros de agua al día, para una persona que esté tratando de dejar el cigarro lo recomendable es consumir entre tres y cuatro litros respectivamente.
  • Reduzca la ingesta de alimentos ácidos, como la carne, el azúcar, el trigo, el pan, los postres, los huevos, la leche y el queso.
¿Qué Hacer con el Síndrome de Abstinencia?

Vencer esto es quizá lo más difícil en el proceso de dejar de fumar. Durante mucho tiempo el consumo de semillas de girasol, zanahorias y apio crudo han demostrado su efectividad como calmante. Las tiendas naturistas también ofrecen remedios naturales, como las cápsulas de ajo, de raíz valeriana y de hojas de lobelia. Las algas conocidas como espirulina y verdiazul ayudan de igual forma en el proceso de desintoxicación. Por último, es necesario reducir el consumo de alcohol y de cafeína, ya que éstos incrementan las ansias de fumar.
Aunque dejar el cigarrillo no es una tarea sencilla, es posible lograrla si se hace de manera adecuada y se busca apoyo moral

Existe una gran población fumadora alrededor del mundo, y la gran mayoría de esta población es consciente de los peligros de fumar tanto para el individuo como para los que lo rodean.

Aunque dejar de fumar es una causa loable para muchos fumadores, la mayoría fracasa en esta empresa porque no saben como afrontar este reto correctamente. Dejar de fumar, mas que un acto físico, es un acto de voluntad donde el individuo se verá envuelto en una batalla contra la ansiedad y contra la dependencia que el cuerpo genera por la nicotina, una batalla que se puede ganar si se cuenta con las herramientas y el conocimiento adecuados.

¿Por Qué Dejar de Fumar es tan Difícil?

Muchas personas recurren al cigarrillo porque encuentran en él una forma de aliviar el estrés, una forma de liberar todas las tensiones y preocupaciones que acumulamos a lo largo del día gracias a un mundo que parece jugar en contra nuestra todo el tiempo.

Cuando llevamos mucho tiempo refugiándonos en el cigarrillo, se hace extremadamente difícil separarnos de él, separarnos de algo que ha sido parte integral de nuestra vida.

Existen muchas formas de aliviar las tensiones y el estrés que sufrimos constantemente, y es precisamente el desconocimiento de estas alternativas la que fortalece nuestra dependencia a ese cilindro de tabaco causante de tantos males en el mundo.

Imaginemos que encontramos a un mendigo hambriento y lo alimentamos durante una semana. De ahí en adelante, cada vez que el mendigo vuelva a sentir hambre volverá a nosotros para satisfacer su necesidad, y por mas que intente hacerse independiente de nosotros, mientras no sepa de qué otra forma satisfacer su hambre siempre volverá una y otra vez.

Una persona que desee dejar el hábito de fumar debe reflexionar detenidamente lo siguiente: ¿Por qué fumo? ¿Qué busco aliviar en mi interior con el acto de fumar? ¿Existen otras formas de llenar esas necesidades sin recurrir al tabaco? Este ejercicio se convertirá en el primer paso en el proceso de dejar de fumar.

¿Cómo Dejar de Fumar?

Dejar de fumar no es una tarea imposible, pero si requiere de algunos elementos para que no vayamos a fracasar en el intento. Saber que esperar, tener una motivación, tener soporte o ayuda de nuestros allegados y crear un plan de juego son herramientas con las que debemos contar en todo momento para que podamos salir victoriosos en esta tarea. Adicionalmente, una persona que quiera dejar de fumar tiene que desearlo realmente, debe contar con mucha determinación pero sobre todo debe comprometerse a hacerlo.


Cómo Suplir la Necesidad de Fumar sin Fumar

Cualquiera que sea la razón por la que una persona necesite fumar, siempre existirán alternativas saludables que le permitirán substituir el cigarrillo, obteniendo al final el mismo resultado. Por ejemplo:

Razones por las que un Individuo Fuma

  • Relajación o para reducir el estrés.
  • Aburrimiento o soledad.
  • Para sentirse aceptado en situaciones sociales.
  • Porque siente que una comida no es completa sin un cigarrillo.
Alternativas Saludables



  • Ejercicios de respiración, meditación o sesiones de masajes.
  • Encontrar algún tipo de hobby o algo que te apasione, como leer, pintar, escuchar música, jugar videojuegos, etc.
  • Aprender a hablar en público, hacer algún cambio de look o perfeccionar alguna habilidad que te permita destacar en público.
  • Complementa cualquier comida saludable con algún tipo de postre.
Fíjese una meta, busque apoyo y con mucha disciplina y algo de conocimiento verá que dejar de fumar es algo que que está al alcance de cualquier persona.
Al hacer dieta, practicar ejercicio evita que el metabolismo se vuelva lento

Ya sea con el objetivo de verse y sentirse mejor o de mejorar el nivel de salud, mucha gente se propone el objetivo de perder peso. Hasta que alguien logre inventar una pastilla mágica, lograr una pérdida de peso saludable se consigue a través de un cambio en los hábitos alimenticios (dieta) y ejercitarse de manera regular.

Pero, ¿qué sucede cuando alguien hace dieta sin ejercitarse; o se ejercita sin comer de manera saludable? ¿Acaso hacer dieta sin ejercitarse o ejercitarse sin hacer dieta es suficiente para perder peso y mantenerse en línea?


Si Sólo Haces Ejercicio…

En teoría, hacer ejercicio debería bastar para hacernos perder peso. Después de todo, ejercitarnos hace que quememos calorías y la quema de calorías deriva en la perdida de peso. Lamentablemente, en la práctica éste no es el caso. Una de las razones por las que en la práctica hacer ejercicio sin dieta no es una manera efectiva de adelgazar es el hecho de que las personas que se ejercitan compensan las calorías quemadas comiendo más, y las calorías quemadas durante el ejercicio a menudo son menos de las que pensamos. Este problema se hace más notable cuando utilizamos el contador de calorías quemadas del que suelen disponer las maquinas de ejercicios cardiovasculares, ya que la precisión de este tipo de contadores no suele ser muy acertada.

Si nos ejercitamos con la excusa de permitirnos comer un poco más el resultado inevitable será mantener el mismo peso en el mejor de los casos. Infortunadamente, cuesta mucho más quemar calorías que consumirlas. Además, ejercitarse de forma regular acelera el metabolismo, lo que a su vez incrementa el apetito, haciendo que comamos más de lo normal. Y no hace falta ser un genio para saber que si consumimos más calorías de las que quemamos al ejercitarnos, el peso corporal se incrementará de manera considerable.


Si Sólo Haces Dieta…

Aunque hacerle cambios a la dieta puede significar una perdida de peso, hacer dieta sin realizar actividad física puede traer consecuencias negativas.  Cuando restringimos la cantidad de calorías que ingerimos el metabolismo se vuelve lento, lo que significa que el cuerpo quemará menos calorías por día. Esta des-aceleración del metabolismo hace que, después de llegados a cierto punto, el cuerpo deje de adelgazar, aunque la ingesta de calorías se mantenga constante. El problema con las dietas no termina aquí. Si algo caracteriza a muchas dietas es lo poco realistas que pueden llegar a ser. Mientras algunas personas tienen la posibilidad de restringir algunos alimentos por algunos meses, hacer esto a largo plazo suele resultar inviable. Debido a que las dietas vuelven lento el metabolismo, muchos de los que practican estas dietas vuelven a ganar todo el peso recuperado una vez dejan de hacerla; y en algunos casos, terminan con más peso del que empezaron.

Por último, pero no menos importante, cuando sólo hacemos dieta vamos a perder no solo grasa corporal, sino también masa muscular (y en mucho mayor porcentaje esta último).

Si Haces Ejercicio y Sigues una Dieta Saludable

Creo que a estas alturas no debería sorprenderte si te digo que combinar ejercicios con una dieta saludable es la mejor manera de perder peso y evitar engordar de nuevo. El ejercicio ayuda a acelerar (o en el peor de los casos a mantener igual) el metabolismo corporal cuando se limita el número de calorías que se ingieren por día. El ejercicio permite también mantener la masa muscular que puede perderse durante las dietas; esto quiere decir que al perder peso, solo perderemos grasa corporal mientras que la masa magra permanecerá intacta. Pero lo más importante de todo, es que aquellas personas que se ejercitan de manera regular difícilmente vuelven a recuperar el peso perdido, aún cuando la dieta se suspenda temporalmente.

Recuerda elegir siempre rutas donde puedas observar paisajes y que sean de terreno uniforme

¿Salir a trotar nos ayuda a perder peso? La mayoría de expertos en salud y en cultura física así lo creen. Las personas que corren de forma regular experimentan una serie de cambios positivos a nivel de salud, físico, emocional y mental. Esto les permite frenar la ansiedad, el estrés y, en algunos casos, la depresión leve (puedes leer más sobre cómo contrarrestar la depresión leve aquí).

Muchas personas temen correr durante periodos prolongados de tiempo ya que siempre ha existido la creencia de que hacer esto contribuye a que la cadera, las rodillas y las articulaciones del tobillo puedan resultar lesionados. Aunque esto es cierto, este riesgo puede ser minimizado con el uso de calzado deportivo adecuado. Otra manera de reducir al máximo una posible lesión es realizar esta actividad física en un horario donde tenga el tiempo suficiente para realizar un estiramiento correcto.

Se estima que trotar quema alrededor de 10 calorías por minuto. Por lo tanto, este ejercicio es ideal para perder peso. Trotar también mejora el sistema respiratorio de un individuo, así como la circulación de la sangre en todo el cuerpo. Esto estimula el sistema digestivo y, por ende, incrementa el metabolismo.

Para obtener resultados rápidos y eficaces es necesario formular un régimen de perdida de peso donde se trote de manera regular a lo largo de la semana. Sin embargo, antes de realizar un régimen de este tipo es necesario que evalúe su condición física. Se recomienda que aquellas personas con sobrepeso empiecen realizando caminatas rápidas para ir avanzando gradualmente al trote lento y, cuando la condición física así lo amerite, cambiar al trote rápido. Las personas con un índice de masa corporal dentro de los límites normales pueden empezar directamente trotando.

Otro punto a tener en cuenta al momento de realizar el régimen de perdida de peso a través del trote es establecer cuánto peso desea perder. Esto actúa como un motivador ya que ayuda a las personas a seguir adelante y a no darse por vencido antes de tiempo. Para obtener resultados óptimos se recomienda variar el tiempo de trotar, la intensidad y la duración. Por ejemplo, una persona puede trotar el primer día de forma leve y por un periodo de 30 minutos mientras que al siguiente día puede trotar de forma más intensa y durante un periodo de 15 minutos.

Si va a elegir una ruta larga para trotar a baja intensidad se recomienda que la distancia sea de entre 6 a 10 kilometros. Si por el contrario, desea trabajar más intensidad pero recorrer una distancia más corta se recomienda que ésta sea de almenos 3 kilometros. Recuerde planificar siempre con anterioridad la ruta que va a recorrer, así como la distancia y el tiempo aproximado del recorrido.

Por último, es recomendable (más no esencial) elegir unas cuantas rutas que tengan un paisaje hermoso e interesante. Esto no sólo actúa como una forma de motivación, sino que este tipo de paisajes son terapéuticos en aquellas personas con problemas de estrés, ansiedad y depresión. Además, la ruta que va a recorrer debe ser uniforme para minimizar la probabilidad de un accidente o de una posible lesión.

Aunque rara vez requiere de medicamentos, la depresión leve puede ser una pesada carga que llevar día a día

La depresión, un mal tan común hoy en día, es la alteración del estado emocional de una persona a consecuencia de eventos que de alguna manera resultan traumáticos.

Si bien los antidepresivos se recomiendan por su efectividad al momento de tratar personas con casos severos de depresión, estos medicamentos no resultan del todo efectivos al momento de lidiar con casos de depresión leve. Es por ello que te presentamos 5 maneras de contrarrestar la depresión leve sin recurrir a medicamentos.

  1. Realiza ejercicio: el ejercicio es sin duda alguna una de las mejores maneras de lidiar con la depresión leve. Los expertos creen que la efectividad del ejercicio en estos casos reside en que éste regula la producción de la norepinefrina y serotonina, sustancias que produce el cerebro y que tienen la función de controlar los estados anímicos.
  2. Consume cápsulas de aceite de pescado: este tipo de suplemento son ricos en ácidos grasos omega 3, el cual se encuentra de forma natural en el salmón, el atún y el arenque. Aunque los beneficios del omega 3 aún son objeto de estudio por la comunidad científica, ciertas investigaciones sugieren que la deficiencia de omega 3 en el cuerpo puede causar alteraciones en el estado anímico y depresión.
  3. Incluye el azafrán en la dieta: aunque esta hierba es más conocida por su uso en la cocina oriental, lo cierto es que recientes investigaciones han demostrado que su consumo puede ser altamente beneficioso para tratar casos de depresión leve. Un estudio publicado en el Diario de Etnofarmacología sugiere que esta planta eleva la producción de serotonina, sustancia producida por el cerebro que se encarga de controlar los estados de ánimo. Este mismo estudio encontró que el azafrán resultó más efectivo que el Prozac al momento de reducir los síntomas de la depresión.
  4. Practica yoga: determinadas posiciones del cuerpo ayudan a aliviar el estrés y los síntomas de la depresión. Diversos estudios han demostrado que aquellas personas que sufrían de constante estrés y que se encontraban bajo los síntomas de la depresión encontraron alivio al practicar yoga. Según los expertos en esta área, el yoga puede aliviar el estrés, calmar la hostilidad, la ansiedad y aclarar la mente, lo que reduce de forma considerable los síntomas de la depresión.
  5. Recurre a grupos de apoyo: aunque su auge dentro del campo de la psicología y de la psiquiatría ha sido menguado por tratamientos más “modernos”, los grupos de apoyo resultan ser una excelente forma de lidiar con la depresión. Usualmente en estos grupos se aprende todo lo relacionado con la depresión y se comparten experiencias con personas que sufren de lo mismo, lo que de una u otra forma resulta ser un alivio emocional.


No importa si es en un interior o en un exterior, lo importante es que el lugar que elijas para meditar sea un lugar tranquilo

Tradicionalmente el yoga es visto como un elemento fundamental de muchas religiones y filosofías orientales, por medio del cual se buscan alcanzar estados de tranquilidad impresionantes, vaciando en el proceso la mente de pensamientos perturbadores y preocupaciones.

Aunque en la actualidad existe un buen número de grupos y organizaciones que enseñan técnicas de meditación, en Salud Con Vida te enseñamos una que no es difícil de aprender y que se caracteriza por lo fácil que es llevarla a la práctica.

Una Forma Sencilla de Meditación

Para poner en práctica esta sencilla técnica de meditación enciérrate en un cuarto o habitación tranquila y que puedas cerrar con llave para que nadie te interrumpa. Siéntate en el suelo (si es posible en un tapete) con las piernas cruzadas o, si esta posición no te resulta para nada cómoda, de cualquier forma relajada. Procurando que la espalda esté totalmente recta, cierra los ojos y concéntrate unos segundos en tu respiración.

Una vez hayas regulado la respiración elige una palabra que no tenga ningún significado emocional para ti y repítela en silencio, una y otra vez, sin mover los labios. Presta especial atención al sonido de la palabra y no al significado de la misma. Si repetir la palabra sin divagar te resulta difícil, una alternativa puede ser mirar un objeto inmóvil, como un cuadro en la pared o una lámpara, eso si, no intentes analizar lógicamente ni su perfil ni su forma, solamente observa.

Es posible que la primera vez que lo intentes tengas la sensación de que tu mente empieza a divagar o que algunos pensamientos intentan introducirse en ella. Si esto sucede, vuelve poco a poco a la palabra, frase u objeto que hayas escogido. No te esfuerces en eliminar esos pensamientos o imágenes, simplemente trata de no seguirlos ni de no preocuparte de lo bien o mal que lo estás haciendo. Al principio medita de esta forma durante cinco minutos, dos veces al día. A medida que te vayas acostumbrando, aumenta de manera gradual los tiempos de meditación hasta que puedas hacerlo durante 20 minutos durante cada sesión.

Beneficios de la Meditación

La meditación ha demostrado ser una terapia útil para reducir los niveles de estrés y aliviar muchos trastornos. Si bien algunas personas afirman utilizar estas técnicas como sendas hacia diversas experiencias espirituales, para la mayoría de personas se trata únicamente de un método para reducir la tensión interna y la falta de tranquilidad.

Durante la meditación se puede llegar a presentar una marcada reducción en el consumo de oxígeno por parte del organismo, ya que durante todo el proceso se reduce el metabolismo celular. Al mismo tiempo, las mediciones de la actividad eléctrica cerebral muestran un aumento de las ondas alfa, que son las ondas lentas relacionadas con la relajación corporal. De igual forma, el pulso y el ritmo respiratorio se ven reducidos.

Meditar de manera constante puede contribuir a controlar el abuso de alcohol en aquellas personas que han comenzado a beber como manera de reducir la tensión y la ansiedad.

Para mantener un cerebro saludable básicamente debemos cambiar nuestros hábitos por unos más saludables

Tus memorias, deseos, sueños, emociones y las funciones corporales de todos tus órganos están contenidas en el órgano más vital del cuerpo: el cerebro. Por ello, es importante mantener el cerebro saludable.

5 Formas de Mantener el Cerebro Saludable

1. Has Ejercicio de Forma Regular

Ejercitarse no sólo es bueno para ganar masa muscular o perder peso. Diversos estudios han demostrado que nuestro cerebro se vuelve más saludable con cada paso que damos. Al hacer al menos 30 minutos de ejercicio durante el día, nuestro cerebro libera hormonas que nos ayudan a relajarnos y a calmar el estrés y la ansiedad.

2. Come Saludable

Incluye en tu dieta alimentos ricos en fibra, proteínas magras y grasas saludables, como el aceite de oliva.  Esto no sólo incrementará los niveles de energía en tu cuerpo, también son perfectos para que las funciones cerebrales se produzcan de manera más eficiente. Los siguientes alimentos son ideales para mejorar las funciones cerebrales:


  • Salmón
  • Nueces y Frutos secos
  • Semillas
  • Arándanos
  • Granos enteros
  • Aguacate
  • Brócoli
  • Tomates
3. Duerme lo Suficiente

Nuestro cerebro no puede funcionar de manera óptima si estamos cansados. Dormir es una manera de darle a nuestro cerebro un soplo de vida. Dormir el tiempo adecuado ayuda a que nuestro cerebro pueda pensar de manera más clara y lo libera del estrés.  Es importante dormir todos los días de manera adecuada durante al menos 7 horas seguidas. A continuación, les comparto unos tips para lograr un sueño reparador:

  • No comas nada pesado en la noche
  • Reduce el consumo de alcohol y de cafeína
  • No veas televisión o utilices el computador en la cama
  • Asegúrate de que la habitación esté completamente oscura y que tenga una temperatura adecuada
  • Toma un baño de agua caliente 1 hora antes de irte a la cama
  • Pon unas gotas de aceite de esencia de lavanda en una servilleta e inhala la fragancia
4. Dedica Momentos para Relajarte

Tu cerebro está trabajando todo el tiempo, por ello, es importante encontrar momentos para relajar la mente y descansar. Tener momentos de esparcimiento no sólo te ayudará a ordenar los pensamientos y las ideas, sino que liberará todo el estrés que tengas acumulado. A continuación podrás encontrar unas cuantas ideas para relajar la mente:

  • Practica yoga
  • Sumérgete en un baño de agua caliente y enciende algunas velas aromáticas
  • Realizate un masaje de aromaterápia
  • Medita
  • Realiza alguna actividad que ames, ya sea leer un libro, ver una película, etc.
5. Toma Suplementos Nutricionales de Alta Calidad

Vitamina B12; este es un nutriente esencial para la salud de la sangre y de los nervios. Si tienes más de 50 años, es probable que tu cuerpo tenga problemas absorbiendo la vitamina B12 de los alimentos, por lo que el consumo de este tipo de suplementos se vuelve algo importante. Ayuda a mejorar la memoria, disminuye la fatiga y previene la depresión y la contracción del cerebro.

Ginko Biloba: la medicina herbal china ha utilizado las hojas y las semillas del Ginko durante miles de años. De hecho, el Ginko Biola es ámpliamente conocido como la planta del cerebro. Este suplemento tiene propiedades antioxidantes, por lo que ayuda a combatir los peligrosos radicales libres. Mejora la circulación de la sangre y diferentes estudios han demostrado que ayuda a tratar la demencia, incluido el Alzheimer.

Coenzima Q10: este nutriente existe en cada célula del cuerpo. Sin los niveles adecuados de coenzima q10 en el organismo, el cerebro se vuelve poco saludable y lento. Este antioxidante ayuda a proteger las células cerebrales de los radicales libres, permitiéndonos a la vez una mayor concentración y a pensar de manera más clara.

Omega 3: este ácido graso esencial es la roca sólida donde se apoya nuestro cerebro. El omega 3 ayuda a transportar los nutrientes y las “hormonas de la felicidad”, como la serotonina, a nuestro cerebro. Debido a que nuestro cerebro es el centro del sistema nervioso, de ahí nace la necesidad de nuestro cuerpo por el omega 3, sin el cual el cerebro no funcionaría correctamente.